
Consejos claves Plata 925
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Almacena con cuidado: Guarda las piezas en bolsas herméticas o joyeros con forro de terciopelo para evitar la oxidación.
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Limpia regularmente: Usa un paño especial para plata o agua tibia con jabón neutro.
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Evita químicos: Mantén las piezas alejadas de perfumes, cremas y productos de limpieza.
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Usa frecuentemente: El contacto con la piel ayuda a prevenir la oxidación..
Protege tu inversión

TIPS
Cuidado de Monedas
de plata 999
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El producto debe mantenerse en una caja sellada, seca y limpia para evitar una exposición prolongada al aire.
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El producto debe evitar la exposición al aire con contaminación química.
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El contacto directo con las manos está prohibido, ya que el sudor humano podría corroer el producto.
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El producto debe evitar el contacto con cosméticos, productos de tocador, ácidos, álcalis, decolorantes y otras sustancias químicas.
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Siempre que sea necesario limpiar o pulir, solicite la ayuda de instituciones profesionales de limpieza de monedas.
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La pureza y el peso no se verán afectados por cambios físicos en la superficie del producto, como manchas rojas, blancas o negras, cuando se mantenga en condiciones normales.

El fascinante mundo
de las monedas de plata
Imagina tener en tus manos una moneda que no solo es hermosa, sino que también guarda valor real. No hablamos de simples piezas de colección, sino de monedas de plata pura (.999) emitidas por países como Estados Unidos, Canadá o Australia. Estas monedas son dinero de curso legal, pero su verdadero atractivo está en su contenido en plata y en cómo pueden proteger tu dinero con el tiempo.
¿Por qué los países emiten estas monedas?
Las monedas de plata de una onza (1 oz) son emitidas por los gobiernos como parte de sus reservas y estrategias económicas. Aunque su valor nominal suele ser bajo (por ejemplo, el American Silver Eagle dice “One Dollar”), su verdadero valor depende del precio de la plata en el mercado. Estas monedas combinan historia, belleza y seguridad financiera.
¿Qué significa que sean parte del tesoro nacional?
Cuando un país emite una moneda de plata, garantiza su pureza y autenticidad. Esto les da confianza a los inversionistas y coleccionistas, ya que saben que están adquiriendo un activo certificado por una entidad oficial. Es por esto que monedas como el Maple Leaf de Canadá o el Kangaroo de Australia son tan populares en el mundo de la inversión en metales preciosos.
¿Para qué sirven?
1. Inversión y ahorro: La plata es un refugio seguro en tiempos de crisis económica. A diferencia del dinero en papel, que puede perder valor por la inflación, la plata ha mantenido su poder adquisitivo a lo largo de la historia.
2. Colección y patrimonio: Muchas personas las coleccionan por su belleza y significado cultural, además de transmitirlas como herencia.
3. Transacciones y comercio: En algunos países y mercados especializados, estas monedas se pueden intercambiar como dinero real, según su valor en plata.
¿Cómo llegan a las manos de un coleccionista o inversionista?
El proceso es fascinante:
1. Un gobierno emite la moneda a través de su Casa de Moneda.
2. Distribuidores oficiales las compran en grandes cantidades.
3. Tiendas especializadas (como The Vault) las ponen a disposición del público.
4. Tú las adquieres y decides si conservarlas, revenderlas o usarlas como inversión.
¿Por qué en Chile no pagan impuestos?
Chile exime del IVA a las monedas de plata de curso legal y alta pureza (.999), lo que significa que puedes invertir en estos activos sin sobrecostos adicionales. Esto las convierte en una excelente opción para quienes buscan proteger su patrimonio con un metal precioso tangible.
Las monedas de plata no son solo piezas brillantes; son historia, seguridad y una inversión que puedes tocar. En The Vault, queremos que descubras su valor y te enamores de estos tesoros que han viajado por el tiempo y las economías del mundo.
¿Listo para empezar tu colección?
Las Manchas de Leche en la Plata Pura: Un Misterio del Metal
Si alguna vez has comprado una moneda de plata pura (.999) y, con el tiempo, has notado pequeñas manchas blancas o grisáceas en su superficie, ¡no te alarmes! Estas marcas, conocidas como manchas de leche (milk spots), son un fenómeno completamente natural y no afectan el valor de la moneda. Pero, ¿qué las causa? ¿Se pueden evitar? Aquí te contamos todo lo que necesitas saber.
¿Por qué aparecen las manchas de leche?
El origen de estas manchas proviene directamente del proceso de acuñación en las casas de moneda. Antes de estampar el diseño en el metal, las planchas de plata pasan por un tratamiento químico para limpiar impurezas. Sin embargo, a veces quedan residuos microscópicos en la superficie, invisibles al ojo humano. Con el tiempo, al exponerse al oxígeno o la humedad, estos residuos reaccionan y forman las famosas manchas de leche.
¿Solo le pasa a la plata pura?
Sí. La plata en su estado más puro (.999 o .9999) es más propensa a estas reacciones químicas porque no tiene otros metales que la “protejan”. En cambio, las aleaciones de plata con cobre, como las monedas antiguas de menor pureza, son menos susceptibles a este fenómeno.
¿Las manchas afectan el valor de la moneda?
No. En el mundo de la numismática y la inversión en metales preciosos, las manchas de leche son un hecho conocido y aceptado. No alteran el contenido de plata de la moneda ni su autenticidad. Los inversionistas de bullion (plata de inversión) priorizan la pureza y el peso, no la estética.
¿Se pueden evitar?
Si bien no hay un método infalible, puedes reducir el riesgo con estos consejos:
1. Almacenamiento adecuado: Guarda tus monedas en cápsulas de acrílico selladas o en bolsas herméticas con sílice para absorber la humedad.
2. Evita la manipulación: No toques la moneda directamente con los dedos, ya que los aceites naturales pueden acelerar la reacción química. Usa guantes de algodón o nitrilo.
3. Ambiente controlado: Mantén tus monedas en un lugar seco y alejado de cambios bruscos de temperatura.
¿Se pueden eliminar las manchas?
Sí, pero con cuidado. Existen soluciones de limpieza específicas para monedas de plata, pero NO se recomienda limpiar monedas de inversión, ya que cualquier alteración en la superficie puede reducir su valor numismático. En el caso de los coleccionistas más exigentes, algunos prefieren enviarlas a servicios profesionales de conservación, pero la mayoría acepta las manchas como parte del encanto de la plata pura.
Las manchas de leche son un fenómeno natural en las monedas de plata pura y no deben ser motivo de preocupación. Son una señal de autenticidad y un recordatorio de que la plata, como todo metal precioso, es un material vivo que evoluciona con el tiempo. En The Vault, celebramos la belleza y la historia de cada moneda, con o sin manchas. ¿Listo para seguir construyendo tu colección?
¿Por qué al dinero le decimos “Plata”?
Si alguna vez has escuchado frases como “No tengo plata”, “Voy a hacer plata” o “Eso cuesta mucha plata”, seguro te has preguntado: ¿por qué usamos esta palabra para referirnos al dinero? La respuesta nos lleva por un viaje fascinante a través de la historia, la economía y la evolución del lenguaje.
La Plata: El Dinero Original
Desde tiempos antiguos, los metales preciosos fueron utilizados como medio de intercambio. Tanto el oro como la plata eran altamente valorados, pero la plata tenía una ventaja: era más abundante y fácil de acuñar en monedas pequeñas, lo que la hacía ideal para transacciones cotidianas.
Los primeros registros de monedas de plata datan de hace más de 2,500 años en el Imperio Persa y la Antigua Grecia. Con el tiempo, grandes civilizaciones como Roma, China y el Imperio Español basaron su sistema monetario en este metal.
El Imperio Español y la Globalización del Término
Durante la conquista de América, España encontró enormes depósitos de plata en territorios como México, Bolivia y Perú. Especialmente en la mina de Potosí, una de las más ricas de la historia, de donde se extraían cantidades colosales de este metal.
El imperio español utilizó esta plata para acuñar monedas como el famoso Real de a Ocho (o dólar español), que se convirtió en la primera divisa global. Estas monedas circularon en todo el mundo y, naturalmente, la palabra plata se volvió sinónimo de dinero en las colonias hispanohablantes.
El Legado en el Lenguaje Popular
Aunque hoy usamos billetes y monedas de diferentes materiales, el término plata quedó arraigado en nuestra cultura. En otros idiomas, el equivalente de dinero tiene diferentes orígenes:
• En inglés, money proviene del latín moneta, en referencia a la diosa Juno Moneta, donde se acuñaban las monedas romanas.
• En francés, argent significa tanto “dinero” como “plata”.
• En alemán, Geld simplemente significa dinero, sin referencia a metales.
Llamar plata al dinero no es una coincidencia, sino el reflejo de siglos de historia donde este metal fue el rey de las transacciones. Aunque la economía ha cambiado, la plata sigue siendo un refugio de valor, y en The Vault, celebramos su legado con monedas de inversión de ley .999 de todo el mundo.
Así que, si alguna vez escuchas a alguien decir “hay que hacer plata”, recuerda que están invocando una historia de más de 2,000 años. Y si quieres hacer plata de verdad, ¿qué mejor manera que invirtiendo en ella?
Los Secretos de la Plata:
¿Qué significan sus Leyes
y para qué se usan?
Si has comprado joyas, monedas o artesanías en plata, seguro has visto números como 925, 950 o 999 grabados en ellas. Pero, ¿qué significan realmente? ¿Por qué existen diferentes “leyes” de plata y cómo afectan su uso? Hoy te llevamos a un recorrido por los distintos tipos de plata, sus aplicaciones y la razón detrás de cada número.
¿Qué es la “ley” de la plata?
El término ley en metales preciosos indica el porcentaje de pureza de la aleación. La plata pura es demasiado blanda para muchos usos, por lo que suele mezclarse con otros metales, como cobre, para darle mayor resistencia.
Cuando ves un número como 925, significa que la pieza contiene 92.5% de plata pura y 7.5% de otros metales. Así ocurre con todas las leyes: el número representa el porcentaje de plata en una escala de 1000.
Diferentes leyes de plata y sus usos
Plata Ley .999 (99.9% pura): La Plata de Inversión y Uso Industrial
• Se utiliza en monedas de inversión y lingotes, ya que los coleccionistas y ahorradores buscan la mayor pureza posible.
• También se emplea en electrónica de alta precisión y paneles solares, ya que la plata pura es un excelente conductor de electricidad.
• Su pureza extrema la hace suave y propensa a rayarse, por lo que no es ideal para joyería o cubiertos.
Plata Ley .950 (95% pura): La Favorita de los Artesanos
• Común en joyería hecha a mano en Chile y otros países.
• Tiene mayor brillo que la 925 y es un poco más blanda, lo que facilita su trabajo a los artesanos.
• Es más pura que la 925, pero sigue siendo lo suficientemente resistente para el uso diario.
Plata Ley .925 (92.5% pura): La Plata Estándar en Joyería
• Conocida como “Plata esterlina” o “Sterling Silver”, es la más usada en joyas, cubiertos y relojes.
• La mezcla de plata con 7.5% de cobre le da durabilidad sin perder su brillo característico.
• Es la elección preferida de los orfebres italianos, por lo que muchas joyas de lujo están hechas en esta ley.
Plata Ley .835 y .800: La Plata de Monedas Antiguas y Cubiertos
• Hasta mediados del siglo XX, muchas monedas en circulación estaban hechas de plata ley .835 o .800.
• Hoy en día, sigue siendo usada en cubiertos y relojes antiguos, ya que resiste el desgaste mejor que las aleaciones más puras.
Plata Alemana (.835) y el Peltre
• La Plata Alemana (o “German Silver”) no es realmente plata: es una aleación de cobre, zinc y níquel con un tono similar a la plata.
• El peltre, aunque a veces se confunde con plata, es en realidad una aleación de estaño con otros metales. Se usaba en vajillas antiguas, pero hoy es más común en adornos y artesanías.
¿Cuál es la mejor plata?
Depende del uso que le quieras dar. Si buscas inversión, la 999 es la reina. Para joyería de calidad, la 925 o 950 son las mejores opciones. Y si tienes en tus manos una moneda antigua, revisa su ley: puede contener un pedazo de historia en plata.
En The Vault, cada pieza de plata tiene una historia, un propósito y un valor único. Ahora que conoces los secretos de las leyes de la plata, ¿cuál prefieres llevar contigo?
El arte de lo antiguo: Cuándo un objeto se convierte en una antigüedad
Hay algo fascinante en los objetos con historia. Nos conectan con tiempos que no vivimos, con manos que los usaron antes que nosotros, con momentos que quedaron atrapados en su esencia. Pero, ¿en qué momento algo deja de ser simplemente viejo para convertirse en una antigüedad?
La regla de los 100 años
En el mundo del coleccionismo y la historia del arte, un objeto se considera oficialmente una antigüedad si tiene al menos 100 años de existencia. Esta regla no es arbitraria, sino que ha sido establecida por expertos, museos y casas de subastas como un estándar global. Un jarrón de porcelana de 1920, un mueble de 1890 o una joya de la Belle Époque encajan perfectamente en esta categoría.
¿Y si tiene menos de 100 años?
Aquí es donde entra la categoría de “vintage”, que abarca objetos con más de 20 años, pero sin alcanzar el siglo. No todo lo viejo es vintage, y no todo lo vintage llegará a ser una antigüedad. Lo vintage es deseado por su estilo, su rareza y su carga nostálgica. Un Rolex de los años 60, una radio de los años 50 o una lámpara Art Deco de los años 30 tienen ese magnetismo especial que los convierte en piezas codiciadas.
Más que la edad, el valor está en la historia
Si bien la edad es un factor clave, no es el único criterio para determinar el valor de un objeto antiguo. Otros factores esenciales son:
• Rareza: ¿Cuántos existen? Si una pieza es escasa, su valor se multiplica.
• Estado de conservación: Una antigüedad bien conservada es mucho más apreciada que una deteriorada.
• Procedencia e historia: Si un objeto perteneció a alguien importante o estuvo presente en un hecho histórico, su valor se dispara.
Cada objeto que llega a la sección Vintage de The Vault ha pasado por manos desconocidas, ha sido testigo de historias jamás contadas y ha viajado por el tiempo para llegar hasta aquí. No son solo cosas viejas: son fragmentos de un pasado que todavía tiene mucho que decir.
Adquirir una antigüedad no es solo comprar un objeto, es convertirse en su nuevo guardián. Porque las verdaderas piezas con historia no solo resisten el tiempo, sino que lo trascienden.
Gemas, tesoros de la tierra
En el mundo de la joyería, durante mucho tiempo las gemas se dividieron en dos categorías: piedras preciosas y semi preciosas. Esta clasificación antigua se basaba más en la tradición que en criterios gemológicos estrictos.
*¿Qué eran las piedras preciosas?*
Históricamente, solo cuatro piedras fueron consideradas "preciosas": el diamante, el rubí, el zafiro y la esmeralda. Esta distinción se hizo no solo por su belleza, sino también por su rareza y demanda. Todas las demás gemas, sin importar cuán deslumbrantes o valiosas fueran, quedaban relegadas al grupo de las "semi preciosas".
*¿Dónde queda el circón?*
El circón, pese a su increíble brillo y variedad de colores —desde el azul eléctrico hasta el rojo fuego o el incoloro que rivaliza con el diamante—, fue históricamente clasificado como "semi precioso". Sin embargo, esta etiqueta resultaba engañosa, ya que algunas variedades raras de circón pueden ser excepcionalmente valiosas.
*La visión moderna: gemas naturales*
Hoy en día, los expertos en gemología han abandonado estas etiquetas. En lugar de dividir las piedras en "preciosas" o "semi preciosas", ahora se les reconoce simplemente como *gemas naturales*. Esta perspectiva moderna pone el valor de cada piedra en lo que realmente importa: su origen, rareza, calidad, y belleza única.
El circón, por ejemplo, ya no necesita la etiqueta de "semi precioso". Es una gema natural creada por la tierra durante millones de años, valorada por su capacidad de reflejar la luz de manera espectacular y por sus colores vibrantes. Cada circón cuenta una historia milenaria, lo que le da un valor auténtico, más allá de las categorías antiguas.
En *The Vault*, elegimos cuidadosamente cada gema por su belleza y carácter natural, asegurando que cada pieza de joyería no solo adorne, sino que también cuente una historia propia